¿A quien le motiva eso de matarse antes de tiempo?
Puede que el titular de este post sea un tanto sensacionalista, pero, ¿acaso no llevo razón?
¿Cuántas son las personas que a día de hoy mantienen un estilo de vida sedentario, o padecen de obesidad, diabetes, problemas pulmonares por el abuso del consumo de tabaco, o hepáticos, por la gran ingesta de alcohol?
Ver las cosas desde una única perspectiva, acción que lamentablemente es lo que se lleva, pondrá un parche sobre el problema, pero no lo abordará en su totalidad, por lo que las posibilidades de que se recaiga en el mismo son exponencialmente elevadas.
Hace poco leía un artículo realizado por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) sobre el sobrepeso en el que se afirmaba que tener sobrepeso reduce la esperanza de vida en al menos 4 años.
Hace tan solo diez años, el promedio de padecer este síntoma (yo personalmente, no lo considero enfermedad, ya que al menos para mí es el desencadenante de un conjunto de acciones, lo. cual necesita de otros para que se llegue a dar), era de uno por cada cinco individuos. Actualmente, en tan solo 10 años, la cifra ha pasado de 5 a 4, para que lo tengáis más claro en números, 50 millones de personas.
Podríamos pensar que esto se da solo en poblaciones con un desarrollo económico alto, pero, la realidad va mucho más allá.
Se ha podido apreciar como en países como España, el índice de obesidad recae más en familias desestructuradas o con una falta de recursos económicos, en los que la comida basura, es facilitada a los menores como método de mantener su estado emocional alto, como regalo, como premio, al no poder ofertarles otras cosas por su alto precio.
Si nos paramos a pensar, regalamos comida basura, para premiar unos comportamientos que deberían ser considerados como las obligaciones de un menor, como son sacar las notas adecuadas en la escuela, una victoria deportiva, un cumpleaños… pero, ¿realmente estamos regalando calidad de vida y salud a ese sujeto que tanto queremos? Pensemos.
Si elevamos las miras a Europa, podemos apreciar como Reino Unido, se lleva el premio en obesidad.
¿Es que acaso en Reino Unido se mueven menos que en el resto de países?, o, ¿no habrá alimentos de calidad?
No, el gran problema no viene solo acusado de la elección incorrecta de alimentos, sino que es algo más abocado a las tradiciones, como es el alto consumo de alcohol en forma de pintas de cerveza, unido a los otros dos factores comentados con anterior, la mala selección de alimentos y el aumento del sedentarismo.
En computo global, las Islas de Australia, se llevan el oro.
En Estados Unidos, lugar donde se realizan la mayoría de los estudios de investigación, se ha podido comprobar que entorno al 40% de los adultos y 20% de los niños tienen obesidad, y este dato va en incremento.
¿Pueden hacer algo las diferentes instituciones?
Si, si quieren si, y esto, aparte de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, supondría un ahorro económico en el campo de la salud, el cual podría ser destinado al estudio de otros problemas, o a un mejor cuidado de los enfermos.
Diferentes estudios muestran como la obesidad y sus complicaciones de salud va a suponer una reducción en el crecimiento económico de Estados Unidos, Reino Unido, Bélgica , Francia, Alemania, Italia, Portugal, España, Chile y México.
Quien quiera leer al respecto: https://read.oecd-ilibrary.org/social-issues-migration-health/the-heavy-burden-of-obesity_67450d67-en#page1
Cuando hablamos de los términos educación para la prevención de la obesidad, o concienciación para la misma, debemos intentar poner la mirada un poco más lejos.
Seamos sinceros, la gente ya es conocedora de que aquello que come no es lo correcto, que no moverse y ser sedentario le va a ocasionar problemas a la larga de salud, y aun así, no hace nada. Por lo que considero que tal vez sea conveniente analizar las cosas desde otras perspectivas, con un correcto equipo multidisciplinar, para de este modo poder hacer frente al problema y juntos, con el convencimiento del sujeto, erradicarlo en cuanto sea posible
Uno de los problemas que me encuentro cada día por la calle es que hemos pasado a verlo como algo completamente normal, y a interiorizarlo en nuestra sociedad..
Pero, ¿por qué se está dando este problema?
Aproximadamente el 50% de las personas tienen una dieta poco saludable.
Entorno al 40% del tiempo de las personas, debido a los nuevos trabajos, y a los nuevos conceptos de ocio creados, realiza actividades de carácter sedentario, esto sumado a que solo 2 de cada 5 realizan algo, no lo suficiente, de actividad física
¿Qué enfermedades genera y en que rangos?
- Casi 60% de los casos de diabetes, lo que se traduce en 212 millones de casos
- 18% enfermedad cardiovascular, lo que se traduce 462 millones de casos nuevos
- 11% demencia
- 8% cáncer
Esto supondrá un gasto de un +/- 8,4% del total destinado a salud
¿Y si ponemos remedio desde todas las áreas desde ya y conseguimos reducir el coste algo?
Se calcula que por cada euro invertido por las políticas sociosanitarias podría suponer un ahorro de entorno a seis euros a la larga.
Las acciones para revertir un incorrectamente llamado ambiente obesogénico que se han venido acometiendo, como han sido la regulación de la publicidad, el cambio en el etiquetado de alimentos y menús, o las diversas campañas en los medios de comunicación, el repetir hasta la saciedad la importancia de la realización de actividad física, o la creación de aplicaciones móviles que supuestamente intentan ayudarnos en realizar elecciones más saludables, son simplemente un granito de arena en todo un cumulo de acciones que podrían ser llevadas a cabo.
De nada sirve hacer anuncios promocionando alimentos que supuestamente son más sanos cuando no lo son, o de que en los cereales quiten 6gr por cada 100 de azúcar, cuando las cajas siguen mostrando colores llamativos y animalitos o muñequitos que pretenden llamar la atención de los más peques, potenciando de esta manera su consumo.
Actualmente diferentes países se plantean subir el IVA de estos alimentos, pero ¿será esa una correcta acción?
Tal vez en vez de subir el precio a alimentos que no deberían ser escogidos como primera opción, debería bajarse el coste de aquellos que son naturales, y que no llevan un proceso de elaboración laborioso, o les obligan a estar conservados en plásticos para así aguantar más tiempo.
Diversos estudios han demostrado que el principal sistema para erradicar la obesidad es la regulación de la publicidad de alimentos poco saludables; pero seamos conscientes que si queremos realizar un cambio como estos, deberemos realizarlo a nivel mundial, de otra forma, las grandes compañías multinacionales que producen la mayoría de los alimentos procesados en todo el mundo, se buscarán la forma de entrar en otros mercados donde las restricciones no existan o sean mucho más solventes.
¡No pasa nada si soy obeso ahora, mañana lo puedo revertir. Déjame ser feliz al menos unos años! Tal vez pueda sonar rara esta frase, pero no es ni a una ni a dos personas a las que se lo he oído decir.
Cambiar tu microbiota intestinal y generar una modificación a nivel estructural y celular, puede suponer que tu descendencia sea carne de cañón para padecer todas las enfermedades derivadas de la obesidad.
No es solo mirar hacia lo que puede pasar mañana, es también ser consciente de la huella genética que vas a dejar si algún día decides ser padre o madre.
¿Qué están haciendo los países para solventar esto? ¿Alguna idea que podamos empezar a introducir en nuestros centros de trabajo, escuelas, etc?
- Reducción del uso de transporte privado y aumento del público.
- Aumento de los carriles exclusivos para las bicicletas,
- Prohibición del consumo de cualquier bebida que no sea agua simple en el transporte público
- Clases gratis de pilates y yoga para todas las edades
- Aumento de fruta y verdura en colegios
- Premios a entornos de trabajo saludables
- Uso de escritorios de pie o programas de movilización en empresas para reducir las horas que pasan los trabajadores sentados.
Si las vemos por separado puede parecer que no tendrán capacidad para realizar un cambio, pero muchos pocos, y sobre todo mejorando la conducta de los ciudadanos en estos ámbitos harán que se pueda producir el cambio.